Desde la Embajada argentina en Armenia celebramos el día del Vino Argentino, parte integral de nuestra identidad y de nuestro ser nacional.

Argentina es el país vitivinícola más importante de América del Sur así como uno de las 10 más destacados en el negocio vitivinícola mundial, y el primer país del mundo que declaró al vino como su Bebida Nacional.

Reconocido por su alta calidad, el Vino Argentino ha logrado superar las críticas de los paladares más exigentes, imprimiendo un reconocimiento distintivo de la marca “Argentina” en los mercados internacionales como sinónimo de diversidad, de extensión territorial y, fundamentalmente, de pasión. El Malbec es el varietal insignia del país, cuya plantación se encuentra presente en más de 43 mil hectáreas del territorio nacional.

Es a razón de su excelencia que el Vino Argentino hoy llega a la mesa de los mejores restaurantes y a la de quienes deseen disfrutar de un bueno vino, en más de 127 países en el mundo, siendo Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Brasil y Países Bajos los mayores importadores.

De este modo, y dado el lugar que ocupa que el Vino Argentino en los mercados internacionales, la industria vitivinícola ha logrado generar más de 106.000 puestos de trabajo de manera directa y 280.000 de forma indirecta. A los que se suman más de 17.000 los productores que cosechan las uvas para las más de 900 bodegas que abastecen el mercado interno como externo.

En Armenia, puede encontrarse Malbec argentino en todas las cadenas de supermercados del país. Actualmente se comercializan vinos de distintos varietales de las bodegas, Terrazas, Doña Paula, Don Cristóbal y Bodega del Fin del Mundo. Según estimaciones de la Embajada de Argentina en Armenia, se vendieron cerca de 50.000 dólares en el año 2019.

Es nuestro deseo desde la Embajada que nuestro vino continúe siendo el elegido al momento de agasajar a los seres queridos con un producto que no sólo se destaca por su excelencia sino que además expresa la importancia de la mesa compartida que tanto nos gusta a los argentinos y a los armenios ¡Salud!